lunes, 16 de febrero de 2009

Decálogo para convertirse en el empleado ideal

¿Cuáles son las cualidades que buscan las compañías en un empleado ideal? ¿Cuáles son los aspectos más demandados por éstas? En tiempos difíciles, y dentro de mercados laborales cada vez más competitivos, las empresas deben tomar decisiones arriesgadas tratando de reducir costes y aumentar su eficiencia. Por ello querrán mantener aquellas personas más eficaces y con mayor capacidad de trabajo o buscar fuera aquellas que cumplan estos requisitos. Según Olympia ETT, las diez cualidades necesarias para que los empleados se conviertan en activos imprescindibles para su empresa son:
  1. Formación académica adecuada al puesto. Actualmente, la competitividad a la hora de aspirar a una vacante nos exige que nuestra formación se adapte a las necesidades de la compañía. Tener una formación superior que nuestros compañeros, será un hecho diferenciador y de gran importancia para ascender de forma más rápida en la empresa.
  2. Amplia experiencia profesional. Un bagaje intelectual y laboral es siempre una buena carta de presentación a la hora de enfrentarnos a las características de un determinado ambiente laboral.
  3. Talento. Tanto formación académica como experiencia profesional son fundamentales pero no necesariamente determinantes para convertirse en el empleado ideal. El factor que más valoran las compañías es el talento. Es decir, la aptitud a la hora de enfrentarse a una situación laboral y la motivación para realizar todo tipo de tareas.
  4. Es precisamente el intercambio de talentos entre diferentes nacionalidades uno de los aspectos más buscados por las compañías en nuestros días. La movilidad geográfica y la predisposición para compartir experiencias con compañeros de todo el mundo, te ayudarán a crecer tanto personal como profesionalmente.
  5. Implicación. Es muy importante que el perfil de cada candidato se adapte a la filosofía empresarial. Cada vez más, se apuesta por las personas que se implican en cada proyecto con entusiasmo. Se valora siempre que los trabajadores se sientan parte de la organización e imprescindibles en cada trabajo.
  6. Participación y empatía con los objetivos de la empresa. Una buena idea puede ser la fuente de un gran negocio. Por ello, uno de los aspectos más valorados por los jefes es que los empleados tengan tanto la capacidad de “producir” buenas ideas como de transmitirlas.
  7. Inteligencia emocional. Se trata de la capacidad para adaptarse al trabajo en equipo. La interacción con un equipo humano, así como la capacidad de resolver todo tipo de problemas que puedan surgir del trabajo en grupo es un aspecto muy valorado.
  8. Preparación práctica para el trabajo en un mercado global. En este periodo de globalización es necesario que los empleados estén perfectamente preparados para formar parte del mercado laboral de una forma competente. Deben ser capaces de realizar tareas diferentes, factor que también les abrirá más puertas en diferentes sectores.
  9. Seguridad y capacidad de esfuerzo. Son cualidades básicas para afrontar ante cualquier situación laboral o personal que pueda presentarse en nuestro puesto de trabajo. Esto influirá en la toma de decisiones y dará credibilidad a los proyectos propios.
  10. Apuesta personal. Que la dedicación laboral llegue a ser mucho más que un simple trabajo de ocho horas es otra de las características que se valora de un empleado. Las compañías buscan personas comprometidas con su trabajo y que sientan auténtica pasión por lo que hacen cada día.

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