martes, 31 de enero de 2012

Los empleados como inversores de conocimiento

Las políticas de recursos humanos tienden a descentralizar la gestión para acercarla más a las personas. Así los mandos intermedios, verdaderas posiciones críticas de cualquier organización, tienen que realizar tareas de gestión directa de sus equipos. Pero, los mandos intermedios suelen ser personas altamente cualificadas que han ascendido por méritos profesionales y que no siempre están preparadas para asumir esas nuevas responsabilidades de gestión y dirección de las personas a su cargo.

Este problema puede soslayarse con un cambio conceptual a la hora de pensar en las personas. No debemos verlas como empleados que se limitan a hacer su trabajo sino como inversores de conocimiento. Los empleados son personas que ponen sus conocimientos al servicio de las organizaciones en las que prestan servicio y que buscan una rentabilidad. Cualquier inversor busca la rentabilidad de sus inversiones. Un inversor de conocimiento quiere obtener más conocimiento, rentabilizar su inversión. Si no, buscará otro lugar donde conseguirlo.

En el sector financiero esto es especialmente claro, aunque puede extrapolarse a cualquier sector. Para lograr que las personas aprendan y crezcan personal y profesionalmente, los mandos intermedios del sector financiero deben hacer lo que saben. ¿Qué hace una entidad financiera? Varias cosas:

1. Captar pasivo (captar talento interno o externo).
2. Gestionar activos (gestionar el conocimiento de las personas, sus actitudes, percepciones y expectativas).
3. Asumir riesgos (invertir tiempo y recursos en formar a las personas y asumir el riesgo de que se marchen, pero más arriesgado es no formarlas y que se queden).
4. Diseñar productos atractivos (cursos, acciones formativas, repositorios de conocimiento).
5. Dar crédito (formar es confiar en las personas).
6. Diseñar una ofertal global (crear una oferta de valor a la medida de cada persona).
7. Gestión personal (actuar como un gestor personal, asesorar).
8. Invertir (formar hoy es poner los cimientos del futuro).
9. Comercializar (las entidades financieras un 100% comerciales, tienen que “vender” sus productos a sus clientes internos, convencerles que la formación es una actividad de beneficio mutuo).
10. Transmitir confianza (hoy la crisis internacional es, en parte, de confianza y la cualificación de los profesionales es una garantía para los clientes).

Si los mandos intermedios del sector financiero extrapolan lo que saben hacer bien (ofrecer buenos productos, asesoramiento y rentabilidad) a la gestión de personas seguro que lograran llevar a cabo con éxito una de las tareas más importantes de cualquier empresa: gestionar y desarrollar a las personas. Tener a las mejores personas, a las mejor formadas, es la mejor garantía para los clientes y la mejor forma de trasmitir confianza a los mercados.

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