martes, 29 de marzo de 2011

Elogio de la indignación

Stéphane Hessel es un héroe de la resistencia francesa que pasó por los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial y después dedicó toda su vida a la diplomacia y a la lucha por la defensa de los derechos humanos, hasta el punto de ser uno de los redactores de la Declaración Universal de los derechos Humanos de 1948. Sin embargo, no ha sido un personaje de gran popularidad hasta octubre de 2010 cuando, ya con 93 años cumplidos, editó en Francia un pequeño panfleto, "Indignez vous", de apenas 32 páginas. Hoy de ese librito se ha vendido más de un millón de ejemplares, lo que le ha permitido encabezar la lista de los más vendidos durante tres meses. La edición española se publicó el mes pasado.

El libro de Hessel, de claro contenido político, abunda en sus conocidas tesis en defensa de los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia. Hasta aquí nada nuevo. ¿Cuál ha sido entonces la clave del éxito? Según todos los críticos literarios y comentaristas políticos, la razón del éxito ha sido la llamada a la rebelión, a la "indignación", contra la indiferencia y el conformismo de la sociedad actual. Especialmente la de los jóvenes que no se implican en la lucha por las ideas que en otro tiempo movieron a generaciones enteras.

¿Y qué tiene que ver esto con el mundo de la empresa? Creo que, a poco que echemos un vistazo a nuestro entorno, las respuestas aparecerán por todas partes. Una de las cuestiones que destaca Hessel es que el dinero se ha vuelto "insolente, excesivo y egoísta" y señala que algunos bancos se han preocupado más de sus dividendos y de los sueldos de sus directivos que de otras cosas. Precisamente, una de las explicaciones de la actual crisis económica está en la especulación financiera, apoyada –en palabras de Fernández Aguado- por "unos sistemas retributivos mal diseñados".

La llamada a la movilización que hace Hessel creo que debe ser un guante que recojamos todos. Decía Marco Aurelio que una de las claves de la felicidad es no empecinarnos en tratar de cambiar lo que no está en nuestras manos cambiar. Pero, eso no debe llevarnos al conformismo. Siempre existen alternativas. Recientemente Juan Carlos Cubeiro en la conferencia de clausura de Expo DP exponía su teoría de la Serempatía (Serendipia + Empatía). Uno de los puntos del decálogo de la Serempatía es "Defiende la dignidad y la indignación". Hay que ser inconformista, rebelarse y mover a la acción.

En numerosas ocasiones se ha citado la frese de John F. Kennedy: "No te preguntes qué puede hacer América por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por América". Quizá por repetida ha perdido una parte de su esencia y habría que recuperarla.

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