miércoles, 27 de abril de 2011

Iberdrola sigue marcando la pauta en relaciones laborales

En 2007 la aprobación del IV Convenio Colectivo de Iberdrola marcó un antes y un después en la historia de las relaciones laborales y las políticas de conciliación de la vida laboral y personal de los trabajadores. El nuevo horario para todos los empleados de la compañía eléctrica pasaba a ser de 7,30 de la mañana a 15,30 de la tarde, con una horquilla de flexibilidad de 24 minutos. Una gran empresa tomada la iniciativa con un medida que demostraba que era posible mejorar las condiciones de trabajo sin hipotecar el devenir económico de la empresa.

Hace unos días, los responsables de la compañía volvían a la primera páginas de los diarios e informativos de radio y televisión al anunciar que la intención de la empresa es vincular los incrementos salariales a la productividad. La propuesta cuenta con el apoyo de casi el 60 por ciento de la representación sindical, concretamente el de los sindicatos CC.OO. USO, Atype y SIE. Por el momento, no se ha pronunciado sobre el tema UGT, que es el sindictao mayoritario con una representación del 28 por ciento.

Según las cifras que han trascendido, el incremento salarial para los más de 9.000empleados de Iberdrola será del 1 por ciento, con una fluctuación entre el 0,8 y el 3,5 por ciento, en función de los beneficios obtenido. Por no queda todo ahí. En materia de conciliación el margen de entrada y salida puede pasar de 24 a 39 minutos y el plazo para solicitar reducción de jornada se amplía hasta que los hijos tengan 12 años.

El caso de Iberdrola es una demostración de que se pueden hacer las cosas de otra manera. De que es perfectamente conciliable la rentabilidad con el bienstar laboral y de que las relaciones entre dirección y representación sindical mejoran cuando el planteamiento es de coorperación y no de enfrentamiento.

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